En la vanguardia de la agricultura sostenible, Almería se destaca como un modelo de éxito reconocido tanto a nivel regional en España como internacionalmente. Su enfoque innovador en la agricultura ha establecido nuevos estándares, gracias en gran parte al uso estratégico de la tecnología y al manejo eficiente de los recursos naturales. Este éxito se apoya en una red colaborativa de cooperativas, industria auxiliar y centros de investigación, todos comprometidos con la mejora continua de los procesos agrícolas.
Gestión innovadora del riego y la nutrición
La gestión del riego, en base al conocimiento de los requerimientos del cultivo, la previsión de la demanda de agua y el concurso de sensores (de radiación solar, humedad ambiental, agua disponible en el suelo y tensión a la que está retenido) ha impulsado la rentabilidad al tiempo que contribuido a la calidad de vida del agricultor y su tranquilidad.
La nutrición, desde el momento que se practica la fertirrigación, queda atribuida al capítulo de riego e inserida en la misma caseta donde el agua se filtra y se controla. Sin embargo, la herramienta para la aportación del nutriente no ha implantado avances extraordinarios como la del manejo de agua. Hoy aún la herramienta básica de aplicación del abono en Almería es el Venturi, aunque integrado en la “máquina de riego”.
La problemática del Venturi en la fertirrigación
El Venturi, que incorpora el fertilizante incontroladamente se le añaden contadores cuyo error en la medida de los volúmenes aportados en caudales intermitentes es elevadísimo, y finalmente la gestión se debe realizar en base a la medida de un parámetro secundario con un fondo de escala reducido: la conductividad eléctrica. A pesar de que es la base de un edificio tecnológico muy importante, el Venturi sufre la limitación de no ser un instrumento que permita la dosificación de volúmenes y caudales precisos.
Los procedimientos de empleo del Venturi han incorporado precauciones que penalizan la actividad, como son la extrema dilución de las soluciones madre, la aplicación en la misma tasa referenciada a cantidad de agua (“bajar parejo”) y la asociación de productos sin reacción en conductividad (micronutrientes) o que deben aplicarse en pequeñas cantidades a productos macronutrientes con reacción marcada en conductividad.
El agricultor y la comunidad del conocimiento han aceptado la servitud de esta limitación que en la práctica supone la renuncia a un control preciso y segregado de cada nutriente, a la dedicación de mayores volúmenes de solución madre o inferior autonomía de estos, y a un consumo energético superior.
Hacia una fertirrigación más eficiente y sostenible
La aparición durante los últimos años de bombas dosificadoras precisas, que permiten inyectar las cantidades definidas para cada momento del cultivo, hace posible hoy un mejor control de la dosificación. Esto quiere decir: mayor economía por inferior consumo de fertilizantes, posibilidad de empleo de productos más concentrados con ahorro de espacio en almacenamiento, y menor volumen de líquidos manejados, lo que a su vez representa un menor consumo energético.
El agitador de turbina es el complemento que permite concentrar la solución madre con mayor eficiencia que las bombas soplantes, incapaces de alcanzar similar concentración posible de fertilizante a pesar de consumir muchísima más energía. La aplicación del trabajo exclusivamente en la base del depósito donde se encuentra el fertilizante a disolver, y la amplia superficie de tratamiento por watio consumido hacen del agitador de turbina la herramienta óptima para obtener una solución madre estable y concentrada.
Dosificadora de control avanzado y agitador son dos patas de un binomio que garantiza la eficiencia y la precisión, bases de la rentabilidad.
La integración de la dosificadora de control avanzado y el agitador de turbina representa un avance significativo en la fertirrigación, asegurando una gestión más precisa y eficiente de la nutrición de cultivos. Estas innovaciones son fundamentales para el futuro de la agricultura sostenible, prometiendo no solo aumentar la rentabilidad, sino también reducir el impacto ambiental de las prácticas agrícolas. En Almería y más allá, el futuro de la agricultura se ve más verde y más brillante gracias a estos avances tecnológicos.